Presentado el poemario 'Entre sentimientos e historia' de Luis García Bravo en el Auditorium Millán Picazo de Algeciras
Rabia, rabia, contra la agonía de la luz.
(Dylan Thomas).
Texto: Braggadocio Delaney
Sobre el cielo del Auditorium Millán Picazo ardía la tarde luchando contra la agonía de la luz, y al ver la figura de Luis García Bravo, inquieto, solitario, como un guerrillero, me acordé de los versos Dylan Thomas. Estaba esperando que abrieran las puertas del edificio donde se iba a presentar Entre sentimientos e historia, su primera publicación poética, otra vuelta de tuerca a su ya extensa e imprescindible bibliografía.
El acto comenzó con unas palabras del presidente del Ateneo José Román, Juan Emilio Ríos, presentando a los componentes de la mesa. Luego intervino Fernando Sigler como director de la Editorial Tréveris, reconociendo a Luis como uno de sus autores más prolíficos. También nos recordó la crucial importancia del autor como pionero de la Memoria Histórica en Andalucía y su inacabable colección de artículos, conferencias, jornadas y libros publicados. Además, hizo referencia a la última novela que editaron hace un par de años, El legado de la tía Herminia, y su excelente acogida tanto de ventas como de criticas.
De nuevo retomó la palabra Juan Emilio Ríos, que como prologuista del poemario, destacó la sorpresa de este volumen desgarrador e intenso, leyendo un fragmento: “Es la poesía de García Bravo una poesía sin adornos gratuitos ni palabrería vacía, sin alardes técnicos ni uso de figuras poéticas deslumbrantes , sino una fotografía
precisa y preciosa de la realidad que nos circunda…â€.
Seguidamente habló Juan José Trujillo, como diseñador tanto de la maqueta como de la portada del libro. Explicó el proceso creativo y la decisión de diferenciarse de la mayoría de las propuestas gráficas en los libros de poesía, casi siempre discretos y excesivamente serios, con una grafía colorista y poliédrica y donde el título tenía una menor presencia visual que el nombre del autor.
Por último se hizo dueño de la palabra un emocionado Luis García Bravo, expresando los motivos por los que había escrito el poemario, su necesidad de trascender la meticulosa disciplina de la investigación, de la búsqueda de datos, documentos y parentescos perdidos en el tiempo. Mientras leía una selección de sus poemas con una voz a punto de rasgarse, se proyectaba en la sala un muestrario de fotografías suyas, original recurso que dilataba el espacio de un público conmovido.
Fue el pasado jueves veintinueve de noviembre [de 2018], a las diecisiete horas de una tarde donde la ciudad de Algeciras dormía más que de costumbre.